Tratamiento
En la esclerosis química clásica, en la crioesclerosis y en la esclerosis con espuma se utilizan esclerosantes clásicos, puros, diluidos o combinados adecuadamente. En cada sesión de tratamiento, se utilizan algunos centímetros cúbicos de esclerosante, que se inyectan mediante una aguja muy fina y que se distribuyen en uno o varios trayectos varicosos.
En la esclerosis térmica se inyectan pequeñas cantidades de vapor de agua a 120º C mediante un catéter; el vapor puede difundir a través de tortuosidades y curvas donde el catéter no puede navegar.
En la electroesclerosis se utilizan corrientes de baja intensidad, que se transmiten directamente a la pared vascular mediante una aguja-electrodo, o a través de una solución química inyectada al mismo tiempo.
En la fotoesclerosis, los diferentes equipos utilizados emiten sus energías a través de cabezales que se movilizan sobre la piel en la zona afectada,
Según la extensión del proceso y el procedimiento escogido, el tratamiento se resuelve en una o varias sesiones; en este segundo caso, se suele realizar una sesión semanal para cada pierna, hasta completar el tratamiento.
Después de cada sesión se puede colocar un vendaje compresivo en la zona tratada, durante 24-48 horas, que puede retirarse las veces que sea necesario para realizar la higiene corporal o aplicar algún producto tópico que haya sido prescrito.